Henry Cárdenas, es operario de barrido desde hace 2 años y medio, padre soltero de un hijo de 11 años, asegura que su trabajo es aún más difícil cuando se enfrenta con la falta de cultura de los ciudadanos. “Eso es el pan de cada día, nosotros por un lado queriendo mantener las calles limpias todos los días, pero por el otro, las personas tirando la basura al piso. Sin hablar que durante los días de marchas por el paro y las manifestaciones se dobló el trabajo, por la cantidad de desechos en las vías y el espacio público”, afirmó.
Una jornada de Henry inicia a las 4:30 am, desayuna y sale hacia la base, el lugar donde debe recoger sus implementos de trabajo, la pala, el rastrillo, las bolsas y la escoba, más los elementos para su protección personal como las gafas, los guantes y el tapabocas. Sus 2 sectores son los barrios Alfonso López y San Luis, en cada uno de ellos debe limpiar un área de 4.4 kilómetros cada día, allí se gasta de 30 a 40 bolsas diarias, a veces cuando las alcanza a llenar llegan a pesar hasta 25 kilos.
A pesar de las dificultades, Herny agradece su trabajo y lo que ha aprendido durante este tiempo, seguir cumpliendo sus sueños personales y profesionales está dentro de sus planes a mediano plazo: “Barrer las calles no es lo que yo quisiera quedarme haciendo, estaba estudiando turismo sostenible no pude seguir por los costos, pero me ha gustado mucho cuidar el medio ambiente y quisiera poder terminar mi carrera o estudiar administración ambiental y pasar a ser supervisor de Atesa”. Concluyó Henry.
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